LLevo más de un mes dándole vueltas a la forma en la que dirigirme al espacio virtual, a esos posibles lectores que en algún momento fortuito pudieran dejar caer su mirada sobre estas líneas, interesados en la gastronomía de calidad, en una alimentación sana, sostenible con el medio ambiente y con un valor añadido: las vidas y el trabajo respetuoso y pasional de las personas que la hacen posible.
Desde aquí, os iré enseñando productos de calidad, productos elaborados de antaño, con prácticas artesanas, manuales, que requieren mimo y mucha paciencia. Productos que no gozan de publicidad, porque el departamento de márqueting, RRHH y financiero son utopías en estos negocios familiares legados de padres a hijos.
Recorreré el mundo rural para llegar a ellos, a los más desconocidos, atractivos y sugerentes. Delicadas tentaciones fuera del alcance de las grandes marcas, protegidos de los tópicos y esenciales en las mesas de aquellos que aman cuidarse, darse un capricho y, por qué no, el gustazo de triunfar en una velada con productos excepcionales e ignotos para el resto de comensales.
En esta aventura que inicio espero conseguir, al menos, hacerte disfrutar y seducirte para que me acompañes.